Las fugas en calefacción provocan la pérdida de presión del circuito cerrado y la necesidad de rellenar constantemente el agua de la caldera para que la calefacción no se apague al llegar a la presión mínima de seguridad.
Estas fugas son extremadamente pequeñas en volumen de agua y por tanto difíciles de detectar. La tecnología se hace imprescincible para ofrecer una garantía en el trabajo y la termografía es, en este caso, la herramienta básica. Nos va a permitir obterner toda la información de la instalación de calefacción y preparar nuestra actuación posterior con seguridad.
Mediante una cámara termográfica vamos a poder ver en primer lugar el recorrido exacto de la instalación enterrada por la diferencia de temperatura, y así localizar por donde transcurre toda la tubería y en que lugar exacto tenemos puntos de soldadura o unión mediante piezas. Vamos a poder detectar también las zonas de mayor calor de la vivienda, teniendo en cuenta que estas serán las posibles zonas de fuga. De forma complementaria vamos a poder ver zonas más frías en suelo o paredes, que nos indiquen la presencia de humedad oculta provocada por la fuga de agua de la calefacción.
Aquí mostramos un ejemplo de como vemos la instalación en uno de nuestros trabajos.